Es una condición donde el paciente refiere ver borroso de lejos y nítidas las imágenes cercanas. La miopía se considera una ametropía, donde los rayos de luz convergen muy rápido por delante de la retina generando la imagen nítida y, al alcanzar la retina, se proyecta una imagen más borrosa (fig. 1). Las posibles causas de esta patología abarca un ojo más largo de lo normal (más de 25mm) o un mayor poder refractivo (por la córnea o cristalino).

Síntomas de miopía
Visión borrosa al observar objetos alejados (por ejemplo al intentar ver el numero del colectivo).
Necesidad de entrecerrar los párpados para ver con claridad. (Elimina vicios de refracción y genera que la imagen se proyecte mejor en la retina.)
Dolores de cabeza causados por fatiga ocular.
Dificultad para ver al conducir un vehículo, especialmente por la noche (miopía nocturna).
¿Cuándo y cómo se manifiesta?
Es muy común que la miopía se detecte por primera vez durante la infancia y, por lo general, se diagnostique entre los primeros años de la escuela primaria y la adolescencia.
Un niño con miopía puede manifestar lo siguiente:
- Entrecerrar los ojos en forma constante.
- Necesidad de sentarse más cerca del televisor, la pantalla de cine o en la primera fila en el aula.
- Parpadear excesivamente.
- Frotarse los ojos con frecuencia.
Tratamiento
Implica el uso de lentes esféricas cóncavas, que pueden ser aéreas (anteojos) o de contacto (se evitan aberraciones, mejora el campo visual) según cada caso. En algunos pacientes existe la posibilidad de tratamiento quirúrgico refractivo. Para mayor información sobre el tratamiento, consulte con su oftalmológico de confianza, a fin de saber cuál es la opción más adecuada según su caso.