¿Sabías que existen diferentes materiales ópticos para tus anteojos? ¿Cuál de ellos se ajusta mejor a tus necesidades individuales? ¿Qué tecnologías se encuentran disponibles para mejorar al máximo tu visión? Cuando de la salud de nuestros ojos se trata es importante conocer las opciones de cristales y sus características específicas para así tomar la decisión más acertada.
Materiales Orgánicos
- CR-39: actualmente es el material más utilizado, debido a su calidad óptica y a que es un tipo de plástico muy liviano, haciendo que los lentes sean muy cómodos. Es el más recomendado para pacientes con graduaciones bajas, quienes pueden utilizarlos en sus actividades diarias.
Este material se combina con tecnologías como: la protección Blue Light Cut que filtra el paso de luz residual azul violeta, radiación que emiten todos los equipos tecnológicos que usamos en la actualidad (smartphones, Tv, PC) y que resulta ser nociva para la salud de nuestros ojos. También se pueden usar con tratamientos antirreflex y tecnologías como fotocromático, que se oscurecen en la luz solar ayudándonos a evitar sensibilidad a dicha luz, o se tiñen, para que puedas usar anteojos de sol graduados a medida.
Por el contrario, no se recomienda esta opción si tenemos una graduación mayor a tres dioptrías, ya que tiene un bajo índice de refracción, haciendo que las lentes queden más gruesas y pesadas.
- Policarbonato: si practicás algún deporte o tenés la necesidad de reducir el espesor de tus cristales debido a tu graduación, esta es la opción más indicada. Tiene un índice de refracción mayor al CR-39, lo que hace que los lentes sean más delgados y ligeros, obteniendo un lente mucho más estético. Además, es un material muy resistente a los impactos por lo que se recomienda para el uso en niños o en personas que realizan actividades deportivas, por su durabilidad, o en ambientes que requieran lentes de protección. Este material también es adaptable a todas las tecnologías que se desarrollan actualmente, para brindar un mayor rendimiento y confort visual.
Como desventaja, podemos mencionar que el policarbonato se debe limpiar siempre humedecido con un líquido especial para limpiar cristales ópticos y, de preferencia, secarlos con un pañuelo de microfibra, ya que este plástico se puede rayar con mayor facilidad que los demás y, al perder trasparencia, baja la calidad visual del usuario.
Minerales o de vidrio
Existen también lentes minerales que poseen diferentes características a las orgánicas.
- Vidrio Crown: es superior en calidad óptica a la mayoría de los materiales. Casi no tiene dispersión cromática, lo que brinda transparencia, nitidez y contraste a nuestra visión durante mucho tiempo. Se pueden usar con tratamientos antirreflex o fotocromáticos. Es una gran alternativa para usuarios que prefieren una vida útil prolongada en sus anteojos, ya que son altamente resistentes a las rayas y no se empañan. Sin embargo, son frágiles y fáciles de romper ante cualquier impacto, y poseen un peso mayor, lo que hace de su uso algo incómodo para algunos usuarios.
- Vidrio FLINT: es un material que posee los mayores índices de refracción, por eso son ideales para pacientes con altas graduaciones. Reducen al máximo el espesor de altas dioptrías, ofreciendo los resultados más estéticos. Si bien son muy resistentes a las rayas, poseen mayor dispersión cromática, esto hace que la visión no tenga la más alta calidad, por lo que su uso se recomienda exclusivamente a pacientes que necesiten disminuir el espesor de sus lentes al máximo.
Las lentes minerales tienen características especiales que hacen que sean buenas alternativas siempre que las condiciones de su uso sean las adecuadas. Pueden ser superiores en transparencia y calidad óptica, ya que son mucho menos propensas a las rayaduras, logrando mantener nitidez y contraste en nuestra visión durante mucho más tiempo. Sin embargo, actualmente no son las más utilizadas, debido a que son más pesadas que las lentes de materiales orgánicos, el vidrio es menos resistente a los impactos y se pueden romper con mucha más facilidad. Es por ello que no se recomienda su uso a personas que manejan con mucha frecuencia, porque suponen un riesgo ante los accidentes, ni para quienes realizan actividades donde es fácil que los anteojos se caigan.
Existen otras alternativas de materiales que varían tanto en propiedades físicas como en el índice de refracción y dispersión cromática. Cada uno de ellos puede ajustarse mejor a cada usuario según su necesidad, como el alto índice 1.61 o 1.67 que poseen la capacidad de reducir mucho más el espesor de la lente final, obteniendo un anteojo más estético y cómodo. También existen opciones de material mineral como el high light y el high light 1.8, que son materiales especiales para corrección de patologías, los cuales pueden requerir hasta veinte dioptrías de corrección.
Preguntá siempre a tu profesional óptico qué alternativas puede ofrecerte en base a tus necesidades, para que puedas obtener la mejor experiencia y calidad en tus lentes, y, por lo tanto, mayor protección en tu salud visual.